Manicure
Nunca, nunca más me voy a pintar las uñas de rojo.
Como se aproximaba la invitación al casamiento me dediqué a cuidarme por dos semanas...
…y comieron perdices
Dar el “sí” por tercera vez no es poca cosa. Es más, en los tiempos que corren en los que tanto mujeres como hombres...
El pesado apelativo
Siempre lo murmuraban o lo charlaban muy en voz baja cuando ella se estaba yendo. Siempre con una mirada de recelo, a veces de...
El gustito de la semana
Para mí los domingos perfectos si los empiezo muy temprano en la feria. ¿Paraguaya?, me preguntó una amiga un día que llegó en medio...
El gustito de la semana
Para mí los domingos son perfectos si los empiezo muy temprano en la feria. ¿Paraguaya?, me preguntó una amiga un día que llegó en...
Lecciones que no se olvidan
por Gabriela Arrechea
Fue una de las primeras cosas que me enseñó a hacer en el agua mi tía Lillian.
En el balneario de San José,...
Lecciones que no se olvidan
Fue una de las primeras cosas que me enseñó a hacer en el agua mi tía Lillian.
En el balneario de San José, el río...
Subjetividades
A los 17, con la democracia recién retornada y en la incertidumbre de elegir la carrera que me llevaría a mi futura profesión me...
Esperando a Noel
Para algunas la cercanía de las fiestas acecha como sombras que amenazan. Cada vez es más frecuente escuchar «Como quisiera que ya sea 2...
Sentimientos no deseados
En casa de “eso” no se hablaba. En la escuela tampoco. En la iglesia menos que menos.
Por lo menos ese marco de ignorancia me...
Mi sabia maestra
De ella aprendí el zurcido invisible a los agujeritos de las medias, cómo freír buñuelos de manzana sin que queden aceitosos y todas, absolutamente...
Cosa de chicas
Nunca somos menos de treinta. Todas mujeres.
Ya, a las siete de la tarde, hay huellas de cansancio en los cuerpos, problemas aún no resueltos...
Dulces 16
Dicen que nos parecemos. La forma de hablar, de caminar, de exagerar los gestos, la pasión que ponemos hasta en las cosas más sencillas...
Lluvias de ayer y de hoy
No sé como hacía mamá, pero lograba que todos los días lleguemos puntuales y con el guardapolvo impecable a la escuela aún los días...
Angustia bajo cero
Ya pasaron las rifas, las chocotortas y las interminables colas en el banco para pagar las doce saladísimas cuotas del viaje. Mi billetera superó...