Lo que no hice
Por GABRIELA CHAMORRO.
Y se fue el 2012.
Y a Santiaguito, el hijo que por fin llegó y tantos años esperó mi amiga Stella, lo fui...
Domingo especial
Por GABRIELA CHAMORRO.
Una camisa de seda, un vestido rojo divino y un pack de cremas y lociones para mimarme. Pero los regalos no llegaron...
Lecciones dificilísimas
Por GABRIELA CHAMORRO.
Un bucle que me tapaba parte de los ojos y los dientes apretando fuerte fuerte los labios de abajo para así concentrarme...
Valorada rutina
Por GABRIELA CHAMORRO.
Para mí amanece a las seis.
En invierno cuesta por el frío y la noche cerrada pero ahora que los días empezaron muy...
Felicidad en doce cuotas fijas
Por GABRIELA CHAMORRO.
Es tiempo de descuento y por lo tanto fue imposible no sucumbir ante tantas tentaciones como ese tapado de corte A, color...
Sensación térmica
Por GABRIELA CHAMORRO.
No es que yo tenga una profunda vocación ecologista aunque debo decir que por supuesto me preocupa, y mucho, las agresiones que...
Libertad de expresión
Por GABRIELA CHAMORRO.
La primera apareció poco después de cumplir los treinta. No me preocupé, porque era casi imperceptible.
Fue después de que nació mi tercer...
Resistida adopción
Por GABRIELA CHAMORRO.
Cachirula llegó a mi vida con los primeros indicios de la vejez (de la mía, no de la de ella) ya que...
Adolescentes en apuros
Por GABRIELA CHAMORRO.
Mi panorama es de lo más variado: una obra de teatro de Alejandro Casona, varios cuentos de Edgar Allan Poe, Arlt, Gianni...
No solo libros
Dimos vueltas y vueltas diseñando el asunto, decidiendo el lugar y escogiendo qué pondríamos en ella. Lo que para algunos no tendría demasiadas vueltas...
La abuela de todos
A veces la vida nos premia con sucesos inesperados. A mi me pasó. Fue con una huella en el alma. Me la dejó una...
Madres de juegos
«En el puente de Avignón todos bailan, todos cantan, en el puente de Avignón todos cantan y yo también»… Es increíble como se...
Nuevos brotes
Lidia, una adorable viejita que vivía en Las Flores y que veía seguido cuando llevaba a mis nenas a visitar a su abuela...
Que vuelvan las muñecas
Muchas noches de mi infancia las pasé abrazada a sus patas largas. Me la había hecho mi tía Lillian. Era negra, tan alta como...
Tarde de plaza
El llegó con su mujer y sus dos hijos en su imponente camioneta importada.
Le costó estacionar en la cuadra de la plaza pero justo...