
Por RODY RODRIGUEZ.
Una canción de dudosa calidad artística pero alta popularidad, hizo famoso al grupo Los Pasteles Verdes a fines de la década del 70. Se llamaba Hipocresía. Ese tema bien podría acompañar este artículo y mientras escuchamos a Aldo Guibovich, el cantante de ese grupo que con voz aguda y gangosa decía “Hipooooocresíaaaa…morir de seeeed, teniendo tanta aguaaaa” podemos comentar como la hipocresía suele adueñarse de algunas acciones de la política. Lo vemos casi a diario.
Por ejemplo cuando jueces o intendentes que utilizando la posibilidad de la reelección indefinida se acomodan por décadas en el poder, cuestionan la posibilidad de una nueva reelección presidencial por que consideran sano para la República la alternancia en gestión gubernamental. Y traban de ese modo la necesaria discusión de la Constitución Nacional, que todo gobierno peronista que se precie de tal, debe dar si es que tiene por objetivo, modernizar el Estado o institucionalizar un modelo de país y discutir una serie de normas entre las que puede estar o no, la posibilidad de la re reelección presidencial. O la misma hipocresía de los pretenden minimizar representatividad política a algunos familiares de la presidenta, como su cuñada, Alicia, o su hijo, Máximo, cuando la Argentina, de punta a punta, está plagada de parientes que transforman a provincias y municipios en pequeñas monarquías, delegando el poder, cuando deciden hacerlo, en esposas y/o hijos.
Mientras Aldo sigue canturreando “morir de amor, fingiendo estar alegreeee… hipoooooocresíaaa”” aparece Clarín, “confiando” en la Justicia para no cumplir con la Ley, y tratando de convertir a la Ley de Medios Audiovisuales en una ley que aparece armada para perjudicar a Clarín y no para transformar y democratizar los medios de comunicación en la Argentina. Pero ocurre que la hipocresía de Clarín es demasiado grande para soslayarla. Es un monopolio capaz de frenar la ejecución de una ley por más de tres años, nada menos. Que logra confundir a muchos diciendo que es una ley que perjudica a su diario, cuando la Ley de Medios Audiovisuales no se ocupa de los medios gráficos, y plantea como peligro la posibilidad de perder la pluralidad de voces que controla el grupo de Ernestina de Noble y Héctor Magnetto. Bien lo explicaba uno de los redactores de la Ley, la pluralidad de voces no es tener a muchas voces en un solo grupo, dando un ejemplo magistral: la democratización de la palabra no es tener un álbum con todas las figuritas, es tener muchos álbumes con muchas figuritas. Plantear lo contrario es una hipocresía, y hay una mayor por parte de Clarín, hacer creer que la discusión de la ley de medios es una discusión por la libertad de expresión, eso es falso, lo que le preocupa al grupo Clarín es el dinero, no hay otra cosa, pero esa parte no se escucha porque Aldo levanta la voz para vociferar “hoy mi sonrisa, esconde el llaaaaanto… Hipoooooocresíaaaaaaa”.
EL DIA DE HOY HE LEÍDO SU COMENTARIO Y REALMENTE ME HA SORPRENDIDO PORQUE YO JAMÁS ME HE PREOCUPADO POR HACER COMENTARIOS SOBRE LA POLÍTICA DE TAL O CUAL PAÍS. NO SÉ CUÁL ES SU FONDO SI POLÍTICO O DE CRÍTICA MUSICAL; PORQUE FINALMENTE SE «CONFUNDE» AL ANALIZAR EL TEMA QUE NOS HIZO ACREEDORES A MULTIPLES PREMIACIONES Y DISCOS DE ORO POR ALTAS VENTAS A NIVEL INTERNACIONAL Y «CALIFICA» CON LA PALABRA «HIPOCRESIA» LA CONDUCTA DE ALGUNOS POLÍTICOS EN SU PAÍS, QUE SI BIEN OBSERVO, «NO TIENE NADA QUE VER CON NUESTRO TEMA ÉXITO». SIENTO MUCHO QUE MI VOZ LE PAREZCA «AGUDA Y GANGOSA» (NO ENTIENDO REALMENTE CUÁL DE LOS DOS CALIFICATIVOS MERECE, PORQUE MUSICALMENTE HABLANDO, UNO ES LO CONTRARIO DEL OTRO) Y QUE LE PAREZCA QUE EL TEMA EN SÍ ES DE «DUDOSA CALIDAD MUSICAL» CUANDO LA JUVENTUD DE ESOS TIEMPOS, NO DE UN PAÍS SINO DE MUCHOS EN AMÉRICA LATINA, LO CONCEPTÚO COMO UNO DE SUS FAVORITOS.
DE TODAS FORMAS, LE AGRADEZCO QUE DISPONGA PARTE DE SU VALIOSO TIEMPO PARA ESCUCHAR MI INTERPRETACIÓN Y LE ENVÍO UN FRATERNAL SALUDO PORQUE YO RADIQUÉ EN ARGENTINA POR CINCO AÑOS Y TENGO UN MARAVILLOSO RECUERDO DE SU PAÍS Y DE SU GENTE.. QUEDO A SUS ORDENES. ALDO GUIBOVICH