
(Por María Clara Olmos/TELAM)
La revinculación de los estudiantes y el fortalecimiento de los aprendizajes «sustanciales y socialmente significativos» serán algunas de las prioridades principales del sistema educativo durante el ciclo lectivo 2022, tras dos años de una acotada presencialidad, señaló la secretaria de Educación de la Nación, Silvina Gvirtz.
Gvirtz aseguró que las diversas iniciativas de la agenda educativa apuntan a «cumplir con el derecho constitucional a la educación», lo que implica garantizar que «los chicos tengan todas las herramientas necesarias para poder educarse».
Pese a considerar que la pandemia por coronavirus «no terminó», la funcionaria destacó que este año escolar con «presencialidad plena y segura» es posible «gracias a un enorme esfuerzo en las políticas de vacunación», a partir del cual más del 90% de los docentes ya está vacunado y un porcentaje «muy alto» de estudiantes también.
-¿Cuáles son los ejes fundamentales de este nuevo ciclo lectivo?
– Recuperar a los chicos, fortalecer los aprendizajes claves e incluir la tecnología con una mirada de futuro y orientada hacia el trabajo son nuestros grandes ejes. La prioridad es recuperar a los chicos que perdieron el vínculo con la escuela durante la época de pandemia. Hasta diciembre logramos revincular a 500.000 y para el inicio de clases habrá una mayor tasa de revinculación a partir de los esfuerzos de Volvé a la Escuela y las escuelas de verano, un programa que tiene una asignación presupuestaria de 5.000 millones de pesos para que las provincias vayan a buscar a los chicos que estuvieron desvinculados o con vinculación intermitente con la escuela.
– ¿Qué enseñanzas dejó la pandemia en la comunidad educativa?
– Dejó muchas. La primera es el valor de la escuela presencial, de la escuela que garantiza aprendizajes y permite la socialización de los estudiantes. Además, la pandemia creo que rescató y revalorizó al docente. Las familias pudieron ver que no es tan fácil enseñar, ni reemplazar a un docente. Se revalorizó el saber profesional que tienen, que estaba desprestigiado. Por último, se restableció un vínculo entre familia y escuela, ya que tuvieron que interactuar mucho más para garantizar los aprendizajes de los chicos. Este vínculo sería interesantísimo poder seguir sosteniendo.
-Respecto a los aprendizajes claves, ¿qué respuestas se darán frente a los resultados de las pruebas de la Unesco, que mostraron un deterioro en el nivel educativo durante la gestión anterior?
– Estamos trabajando con una política muy fuerte para el fortalecimiento de los aprendizajes, que es el programa Libros para Aprender, que ya empezó a entregar a cada chico de primaria su libro escolar de Lengua y Matemática, apuntando al fortalecimiento de estas dos áreas básicas y para propiciar un mejor trabajo pedagógico en el aula.
Las pruebas de la Unesco demostraron, también, que aquellos niños que tenían libros en sus hogares, sacaban un mayor puntaje que quienes no lo tenían. Así como a nadie se le ocurriría enseñar a jugar al fútbol sin una pelota, la pregunta es por qué cree alguien que los chicos pueden aprender a leer sin libros. Los libros son condición necesaria, aunque no suficiente, para el aprendizaje de la lectura.
– ¿Cuál es el objetivo del relanzamiento del Conectar Igualdad?
– Queremos volver a una política que tanta falta nos hizo durante la pandemia, porque el haber desmantelado el programa entre 2016 y 2019 hizo que sólo un 20% de los estudiantes -es lo que se calcula- tuvieran la oportunidad de trabajar sincrónicamente. Esto tiene que ser una lección para que nunca más se desdibuje un programa tan importante para la educación argentina y la alfabetización tecnológica. Ya empezamos a distribuir 500 mil computadoras y licitamos un millón de computadoras más para este año. También licitamos internet para 19 mil escuelas y estamos trabajando con Arsat para conectar otras 6.000 escuelas que están en zonas de más difícil acceso. Vamos a seguir conectando escuelas hasta que en el 2023 tengamos todas las escuelas conectadas.
– ¿Cuál es la importancia de introducir a la comunidad educativa en la cultura digital?
– Hay un concepto errado que es que los jóvenes son «nativos digitales» porque, en general, tienen un buen manejo instrumental de la tecnología. Sin embargo, esto no garantiza que seamos consumidores inteligentes. Es importante que sepan que cuando usamos tecnología nuestros datos se usan y se convierten en big data. Asimismo, necesitamos que la alfabetización digital vaya teniendo un espacio cada vez mayor en la escuela para formarnos como productores y que nos convirtamos en un país productor de tecnología. Esta es la dirección en la tiene que ir la educación secundaria, con una mirada a futuro asociada al trabajo con tecnología inteligentemente y relacionada con la continuidad laboral.
– ¿Cuál es el impacto de políticas como las becas Progresar en el contexto socioeconómico que atraviesa la Argentina?
– Actualmente tenemos más de 20.000 chicos que no estaban en la escuela pero que a partir de la beca Progresar decidieron volver a estudiar. Nosotros ampliamos este programa a estudiantes de 16 y 17 años para fomentar la terminalidad de los estudios, porque lo que se observa es que donde mayor abandono hay es en los últimos años de secundaria. Ya se inscribieron más de 500.000 estudiantes, quienes tendrán que cumplir con los requisitos escolares hasta graduarse para mantener la beca, lo que será supervisado por las escuelas a través de informes.
-¿Con qué marco presupuestario cuentan para llevar adelante estos objetivos?
– Felizmente el presidente decidió que la educación sea prioridad en esta gestión. Por ahora venimos trabajando sin problemas dentro del marco presupuestario y con proyectos muy fuertes, porque la entrega de libros implica más de 8 millones de libros, más el millón de computadoras, entre otras iniciativas que requieren de una inversión muy fuerte. Garantizar todas las herramientas necesarias para educarse es clave para cumplir con el derecho constitucional a la educación.