Fotografías de «Algunas chicas» muestran a Adriana Lestido en cuerpo y alma

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CAPITAL FEDERAL- Como un cruce de significados que siempre se buscan con renovados matices, las imágenes que Lestido despliega hasta el 1 de mayo en el primer piso del Macba, en pleno barrio de San Telmo, indagan, de una y otra forma, en las representaciones sobre las mujeres, en sus relaciones y en los modos de quererse: como madres, como presas, como hijas, en soledad, acompañadas, jugando, riendo, observando.

Se trata de un corpus en blanco y negro que integra fotografías de 1986, de sus primeras series en el Hospital Infanto Juvenil, y se remonta hacia fines de los 90 con madres e hijas, incluyendo además a mujeres de todas sus investigaciones, excepto las de Madres de Plaza de Mayo y las de La Salsera, sus más famosas. También hay imágenes inéditas de la serie sobre presas y otras que no se exhiben desde hace más de 20 años.

«Reuní las imágenes menos conocidas, las más vistas trate de no incluirlas y las historias de madres e hijas, que son cuatro, siempre las mostré juntas y por separado, aquí están mezcladas», cuenta en diálogo con Télam la fotógrafa (Buenos Aires,1955), cuyas obras integran museos de todo el mundo, y su recorrido con la imagen apila varios libros de su autoría como «Interior» o «Lo que se ve», entre otros.

Sucede que en la exposición «Algunas chicas», Lestido buscó otro criterio para mostrar su producción en torno a las mujeres: «Querían que fueran más livianas, sacarle un poco la carga, aunque es difícil sacar esa carga a fotografías de presas, pero como son imágenes que mostré mucho quería darle una vuelta distinta y que sigan teniendo sentido para mí», dice.

Y así, como un variopinto de mundo disimiles pero atravesados por la femineidad, una mujer mirando la ventana de espalda con la pollera hasta las rodillas y una cortina que la tapa hasta la cintura o el reflejo de una niña en una suerte de organizador de objetos de pelo, invitan a mirar más allá, a imaginar qué dice un gesto, la pitada de un cigarrillo, una mano que llama por la minúscula ventana de una celda.

Es que son imágenes que reflejan la cotidianidad de las mujeres pero también la relación que la artista, una de las más reconocidas en materia de ensayo fotográfico, entabla con las protagonistas, como un diálogo sin intermediarios -más que la cámara- entre ella y las fotografiadas, que permite registrar instantes únicos, poco teatralizados.

En este sentido, para Teresa Riccardi, directora artística del museo, Lestido tiene «esa fuerza increíble de mostrar cómo se retrata y cómo se investiga el campo de la mujer en muchos aspectos», destaca a Télam sobre la producción exhibida en esta muestra, en el marco del ciclo «Ellas. Política. Acción» que a lo largo del año convocará a 37 artistas, curadoras y profesionales del arte.

«No hay un por qué retrato mujeres -advierte Lestido-, jamás me dije `voy hacer mujeres por una razón`. Lo cierto es que empecé haciéndolo porque me interesaba la maternidad en situaciones críticas y después me di cuenta que tení­a que ver con otras cosas. Los motivos son como la capa de una cebolla: una puede empezar con algo aparente y a medida que vas profundizando te das cuenta que hay otras cosas».

Esas otras son, por ejemplo, ser mujer. «Tiene que ver con los abordajes que a mí siempre me interesaron ver, con cuestiones que necesito yo ver para mi propia evolución. Al principio, el mirar tanto mujeres tuvo que ver con maternidad, incluso la cárcel empezó por ese lado hasta que me di cuenta que lo fuerte no es tanto ser madre en esa situación sino estar presa. El eje fue mutando», explica.

Búsquedas que se cruzaron con otras, que mutaron, capas de cebolla, como dice, el hecho de sentirse mujer y otra clave más: la ausencia del hombre. «Con el tiempo me di cuenta que una constante muy fuerte en el desarrollo de esas series y que prevalece es la ausencia del hombre. En la serie `El amor`, donde sí hay un hombre, también lo que él siente es la ausencia».

«Algunas chicas» es así la primera de las exposiciones del ambicioso calendario que el Macba propuso para este año, donde en conjunto montan una muestra de fotografía y otra de artes visuales. Junto a la de Lestido, se inauguró «Vanguardia. Caballo de Troya. América», con la curaduría de Florencia Qualina y obras de Magdalena Jitrik y Leila Tschopp.

«Ambas muestras -explica Riccardi- son un contrapunto en torno a las cuestiones de cómo se plantean las imágenes y representaciones de las mujeres: muchas veces cuando se hace una alusión a cuestiones de género se imagina mujeres que retratan mujeres y sin embargo hay otras mujeres que hacen producción visual que no necesariamente se ocupan de esa representación», la misma las atraviesa sin la necesidad de volverse evidente.

De ahí entonces que Lestido, uno de los nombres más prestigiosos cuando de fotografía de mujeres latinoamericanas se trata, abra las puertas de este ciclo para dar cuerpo a esa idea nucleada en el lema «Ellas. Política. Acción», porque a través de sus investigaciones con y de mujeres, la fotógrafa trae a escena lo íntimo, lo que no se ve y como un artesano que da forma un objeto, ella retrata el sentido de lo que muchas veces escapa a la vista.

«Algunas chicas» se podrá visitar hasta el 1 de mayo en el Museo de Arte Contemporáneo de Buenos, ubicado en avenida San Juan 328, de lunes a viernes de 12 a 19 y sábados y domingos de 11 a 19.30.

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