Se hizo viral una reflexión de una maestra del Delta tras el cierre de las escuelas por parte de la gobernadora

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BUENOS AIRES- Tras conocerse la decisión de la Gobernadora María Eugenia Vidal del cierre de diez escuelas en el Delta se hizo público un emotivo mensaje de una maestra por Facebook que rápidamente se viralizó y expresó el sentir de los docentes que dejan más que enseñanzas en esas zonas tan necesarias a donde la escuela pública debe estar garantizada

Sho Oktobriana

Hace 14 años atrás empezaba a trabajar como docente. Mi primera escuela fue la ocho, una escuela rural isleña del delta del Paraná. No tenía idea de cómo era, de cómo podía ser, ni siquiera de cómo ir… me acuerdo que eran dos días a la semana para cubrir una suplencia. Me dijeron que la lancha salía desde la estación fluvial de Tigre. Allá fui. Ese primer día de mi primer día de escuela como profesora era un día horrible. Llovía y el viento volaba todo. El río estaba muy por encima de lo normal. Desde la ventana del aula veía cómo el agua subía cada vez más y se iba metiendo en el muelle y después en el patio de la escuela. Nos fuimos 20 minutos después de haber llegado. Al día siguiente no hubo clases porque el agua tapaba todo. Así fue mi primer día como profesora. Un tiempo después salieron horas para cubrir en la escuela 12. No dudé un segundo en tomarlas. «La isla» como le decimos todos, me había atrapado. En el año 2005, se abría un cargo de creación en una escuela lejos, la 9, de arroyo Toro y Torito. La lancha salía mucho más temprano que las otras. Y a diferencia de las otras escuelas, esta lancha era solo de la 9, era la única lancha fiscal. Por lo tanto, nos llevaba a nosotros los docentes pero también íbamos buscando por el trayecto a nuestros alumnos, desde jardín hasta los de secundaria. Era profe de un plurigrado, o sea, un curso con chicos desde 12 a 16 años. Cuando llegué a la escuela después de un largo recorrido (empezaba en Tigre, recorríamos el río Sarmiento, parte del Capitán​, el Antequera hasta llegar al Paraná de las Palmas, hacíamos un trecho y luego nos adentrábamos nuevamente hasta llegar a la confluencia del Toro y el Torito) me encontré en un lugar silencioso, frente a una construcción de madera muy vieja, una escuela con más de cien años fundada por Sarmiento en el delta, sobre pilotes en medio de los sauces. Era como un sueño. El director apareció en un momento con las manos con barro porque había estado laburando haciendo no se qué. Hacía mucho frío, era mayo, y en la isla el frío cala los huesos posta. La humedad… Me quedé cinco años en esa escuela, yendo incluso días que no me correspondían para estar por ejemplo en un acto, o en una actividad propuesta por otros profes. Fueron años de mucho aprendizaje y de mucho compromiso. La escuela de isla no es cualquier escuela, los alumnos no son alumnos cualquiera. La escuela es un punto de encuentro, un lugar de reunión donde confluimos todos, padres, profes y alumnos. Donde se trabaja desde otra perspectiva, donde si el río sube por la sudestada, la clase sigue en la lancha, mirando carpetas entre mates con el ruido del motor talandro la cabeza ¿Saben qué fue lo que más me impactó el primer fin de ciclo lectivo? Que los chicos lloraban ¿Y saben por qué lloraban? Porque era probable que no se volvieran a ver hasta el año siguiente. Esa es la razón principal de una escuela rural en medio del río. La escuela une, abraza, encuentra… pasé muchas cosas durante esos cinco años en la escuela en la isla, lindas y feas, algunas dramáticas. La más terrible de todas fue cuando un pibe que se llamaba Ezequiel de 12 años, descargó la furia que la realidad de mierda le cargó, contra los vidrios repartidos de la entrada del aula. Se cortó las venas y no paraba de sangrar. Dejando a los otros alumnos a cargo de la portera, me fui con el lanchero a la salita del río que quedaba a 15 minutos lo más rápido que la colectiva podía dar levantando los brazos de Ezequiel y manteniéndolo despierto para que no muriera desangrado. Sola con ese pibe en la salita mientras lo cosían… ese día cuando llegué a mi casa me desmayé…

Se enseñan y aprenden muchas cosas en las escuelas del delta. Se enseña matemática, lengua e historia pero sobre todo se enseña a entender lo que significa enseñar y aprender. Yo aprendí más allí que en todos los años que siguieron. Aprendí que la docencia se ama o se deja (la docencia posta, lo otro es mercantilismo barato), que por más frío o calor o lluvia o crecida o lo que sea que pase los pibes van a la escuela porque se encuentran, nos encuentran, encuentran la leche a la mañana y el almuerzo que quizá no tienen en su casa. Encuentran risas y amigos, juegos y pertenencia. Encuentran identidad…

Hoy nos enteramos que la gobernadora de Bs.As. María Eugenia Vidal, quiere dar cierre a un tanto de escuelas isleñas en San Fernando. Parece que no son rentables porque la rentabilidad (que parece ser lo único que importa) no es alta con los pibes de la isla ni con los maestros que van a dar todo allá. Porque claro ¿a quién carajo le importa si un par de pibes y pibas perdidos entre los ríos no van a la escuela? ¿Para qué quieren estudiar si pueden ir a cortar caña o juncos como hicieron sus papás y sus abuelos?

Se está viniendo una sudestada muy fuerte que de no hacer algo nos tapa a todos, a TODOS… tendremos que hacer como las casuarinas que crecen a orillas del río, aferrarnos con nuestras raíces entrelazadas para afrontar la crecida, mantenernos firmes a pesar de que el agua socave la tierra… y así con esa firmeza defender nuestro suelo, ese que nos permite crecer y florecer y dar nuevos frutos, ese que hoy quieren arrebatarnos.

La foto la sacó Mario Sadras, otrora director de la escuela, mientras la profe no se daba cuenta y se dormía sin terminar de corregir, abrazada a ese alumno de 3° grado que estaba fundido luego de un arduo día de escuela…

Cómo ya habíamos adelantado en el portal y como publicó el diario Página 12 en una de sus últimas ediciones a  tres semanas del inicio de las clases, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires confirmó el cierre de seis escuelas primarias y cuatro jardines de infantes ubicados en las islas del Delta, en San Fernando.

El viernes hubo una asamblea con los maestros y familias afectadas. Este lunes habrá una protesta frente a la Jefatura Distrital de San Fernando

El viernes hubo una asamblea con los maestros y familias afectadas. Este lunes habrá una protesta frente a la Jefatura Distrital de San Fernando

“Desde el gobierno provincial lo dicen sin pelos en la lengua”, denunció Adriana Montero, directora del jardín número 915 del arroyo Chana. “Dicen textualmente que están aplicando una política de ajuste. Al cierre de escuelas y jardines a los que asisten niños de los sectores más vulnerables del partido de San Fernando lo llaman ‘reducción de recursos’. No andan dando vueltas”. Las instituciones educativas cuyo cierre se anunció esta semana a menos de un mes del comienzo de las clases son los jardines número 919, 920, 904, los dos jardines de la isla Martín García, el Jirimm 1 y las escuelas primarias número 13, 18, 19 y 25.

“Teniendo en cuenta que las distancias en el Delta son dispares, estas escuelas cuentan con una vacante menor a las que tienen las del continente. Pero justamente por este motivo, por las distancias, que en muchos casos implica una hora y media de viaje en lancha colectiva, y por el aislamiento en el que viven los vecinos de la comunidad isleña es que estas escuelas tienen un rol social fundamental”, explicó Montero a Página12

Con el cierre de estas salas e instituciones educativas, algunos directivos y maestros serán desplazados pero otros perderán sus fuentes de trabajo: “Dicen que reubicarán tanto a maestros, autoridades de las escuelas y alumnos pero con el desplazamientos de maestros y directores titulares automáticamente pierden sus trabajos aquellos que tenían cargos suplentes. También muchas familias quedarán aisladas y puede que dejen de mandar a los chicos a los jardines”.

La decisión no fue consensuada con los vecinos, las familias afectadas, la comunidad educativa, los gremios, ni el Consejo Escolar. Entre las escuelas que cerrarán sus puertas están la Escuela N° 25 y el Jirimm 1 del Arroyo Caracoles, cuyos alumnos a veces recibían clases arriba de la lancha porque, dependiendo de la altura del río, no podían llegar a la institución.

En algunos casos el cierre de los jardines y escuelas derivará en lo que se conoce como “pluriaños”, es decir, la fusión de varios grados. Esto, indica Montero, es “para nada recomendable en términos educativos. Si se enseña en simultáneo en una misma sala a alumnos de primero, segundo y tercer grado, como proponen, por supuesto se dificulta el aprendizaje de los chicos, el trabajo de los maestros y se pierden contenidos. Un ejemplo de esto es la escuela secundaria número 22, donde ya hicieron este tipo de agrupamientos”.

Según denuncia Montero, el cierre de las escuelas implica romper los lazos sociales construidos por esas comunidades alejadas de la ciudad y deja a estas familias todavía más incomunicadas y aisladas: “Si sacan las escuelas se muere el arroyo, queda desconectado porque la lancha es el único transporte público que hay. Los isleños tendrán que moverse por sus propios medios y muy pocas de esas familias tienen lancha con motor. La mayoría se mueve con botes con remos. Se dan cursos con perspectivas de salida laboral para adultos. La escuela no es solo venir y educar a los chicos, que es la función fundamental. Si dejamos que nos cierren las escuelas, perdemos el contacto con las familias.”

Entre las escuelas que van a cerrar hay algunas que tienen entre cincuenta y cien años de antigüedad en la comunidad. “¿Cómo puede ser que establecimientos de tanta antigüedad no sean tratados de otra manera?”. Además, dice la directora, “hubo otras instancias durante el 2017 y en especial hacia fin de año en las que se podría haber planteado esta idea de cerrar las escuelas y los jardines, exponer los motivos y podríamos haber buscado soluciones junto a la comunidad. Incluso haberlo sabido con tiempo hubiera sido mejor que comunicárselo a las familias a tres semanas de empezar las clases”

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