JUNÍN- Alfredo Hamed, el detenido como acusado del crimen de su ex suegra en Junín, aseguró ante la policía y un grupo de psicólogos que él fue el responsable de la muerte de Liliana Ortega y que se trató de un episodio accidental. Se negó a declarar ante la Justicia.
Así lo informó hoy a Télam el director de Asistencia a la Víctima de Junín, Andrés de Rosa, quien explicó que el acusado realizó esa declaración en sede policial, ante efectivos de la comisaría y psicólogos, que la ratificaron judicialmente.

No obstante, como al momento de ser indagado por el fiscal a cargo de la causa, Javier Ochoaizpuro, se negó a declarar, sus dichos en sede policial carecen de valor legal.
Según la fuente, al ser detenido la noche del pasado sábado, Hamed, de 37 años y padres de tres hijos, dijo que había entrado a la casa de su ex novia, Belén, cuando no había nadie, con el fin de revisar su habitación para buscar algo que ratifique sus sospechas de que ella estaba saliendo con otro hombre.
El acusado contó, según los testigos que estaban en la comisaría, que cuando salía de la habitación se encontró sorpresivamente con Ortega, quien lo enfrentó, lo empujó y lo arañó.
Siempre según el supuesto relato de Hamed, en ese forcejeo a él se le derramó un bidón con nafta -que dijo que llevaba por despecho para prender fuego la moto de su ex novia- cerca de una estufa a leña encendida, lo que originó el incendio de la vivienda.
Los dichos del acusado, a demás de no tener valor legal, se contradicen con el resultado de la autopsia que indica que el cuerpo de Ortega se incendió cuando la mujer ya había muerto a raíz de estrangulamiento manual.
No obstante, sí se comprobó que el acusado presentaba un rasguño en la cara, probablemente ocasionado por su ex suegra al enfrentarlo.
De Rosa aseguró que tanto los hijos de Ortega como su ex marido consideraron que la mujer seguramente se enfrentó físicamente a su ex yerno si lo encontró infraganti dentro de la casa. «A pesar de su edad, era una mujer que hacía frente, de mucho carácter», dijo.