
Hola a todos. Aquí volviendo a escribir en El Ciudadano luego de muchos años, y recordando mi paso por este maravillo medio que nació a pulmón, sorteando muchos obstáculos y que hoy por hoy es toda una institución en el periodismo. Comenzamos con una serie de artículos, referente a los vinos, aquí desde México, donde vivo desde hace más de 20 años y donde me he desarrollado con este tema.
Hoy les voy a hablar sobre los beneficios del vino en la salud bucal. Hay numerosos estudios que comprueban que los polifenoles de los vinos contribuyen a tener una mejor salud en la boca y quitar el mal aliento.
Así que la próxima vez que se destape una botella de vino, tenga en consideración poder brindar por la larga salud de los dientes; el vino tinto ayuda a prevenir y a tratar las enfermedades inflamatorias periodontales y las caries; hay ciertos componentes que se encuentran en los vinos mayormente los vinos tintos que ayudan a prevenir la acumulación de las placas bacterianas y la aparición de las caries, y por supuesto, a prevenir infecciones bucales.
Los polifenoles, son unas sustancias que consiguen atrapar los microorganismos que tienen los macrófagos, los cuales propician la inflamación y que generan la acción de esos radicales libres, y con ello se reduce la presencia de diversas enfermedades periodontales, estos maravillosos componentes son capaces de bloquear la acción de una bacteria específica, streptococus mutans la cual participa en la formación de la placa bacteriana y las caries.
Esta desagradable bacteria, descompone el azúcar que ingerimos y lo convierte en unas células muy pegajosas de nombre glucanos; permitiendo que las bacterias adherirse a la superficie del diente, en el esmalte, produciendo un ácido que fomenta la placa bacteriana o colonia de streptococus que allí se juntan, y como consecuencia da paso a una posible caries.
Los fermentos de las semillas de la uva, los hollejos o las pieles de las uvas contienen una gran cantidad de polifenoles y bloquean la capacidad de la bacteria de producir glucanos, permitiendo que las bacterias buenas prosperen y las bacterias malas desaparezcan de la cavidad bucal.
La boca tiene una flora bacteriana muy rica en la los microrganismos patogénicos y microorganismos beneficiosos, no es posible solo eliminar los buenos, además es prudente advertir que el vino además tiene unos pigmentos que pueden, en algunos casos, manchar los dientes, por lo que no conviene abusar.
Algunas empresas que producen pastas dentales están haciendo estudios serios, para poder agregar estos compuestos de polifenoles en sus productos, para tener mejor higiene bucal.
Y con respecto a las manchas en los dientes, hay muchos alimentos de tipo oscuro, como el café, que poseen una sustancia llamada cromógeno, productora de pigmentos que tienen la capacidad de adherirse al esmalte dental y manchar los dientes, además la acidez en los vinos propicia la filtración de sustancias como los taninos y los antocianos en los dientes, con lo que también se pueden llegar a manchar; los expertos aconsejan que luego de beber vino, cepillarse los dientes pues corremos el riesgo de que los dientes se nos pongan de color amarillento o de tipo oscuro; la recomendación que doy es que se enjuague la boca con agua y lavarse con alguna pasta blanqueadora, para mantener el color de siempre en los dientes.
Y para finalizar, no hay nada mejor que comer una manzana, luego de tomar vino, ya que la misma tiene unas propiedades sanas para mantener la salud bucal, y esto de tener una sana sonrisa es sinónimo de salud. ¡Hasta la próxima!