Por Gustavo M. Russo.
Anacaona fue la primera mujer rebelde de nuestra historia latinoamericana. Gracias a su coraje, se consolidó como una luchadora social por su género.

Además de ser una mujer bella, tuvo una cultura sorprendente para su época.
Apostó al cambio que ofrecían los españoles de la conquista y con suma inteligencia, logró el Cacicazgo mayor de su pueblo, luego de la muerte de su hermano.
Aportando a su pueblo, una infructuosa mirada amplia para entender al hombre blanco, encuentra su trágico final. La violación de su cuerpo, seguida de muerte, con la esclavitud y persecución de sus descendientes.
Un pequeño homenaje a esa mujer, es visibilizarla socialmente. Es conocer su breve historia, aunque sea fugazmente. Ella no contaba con las redes sociales, ni con la condena social, que bien merecía el Gobernador Ovando, su victimario. Solo tuvo la ayuda de algunos historiadores de pueblos originarios, para que su calvario, en el contexto actual, no quede en el olvido de las nuevas generaciones.
Anacaona, flor y encanto de nuestra tierra. Una enamorada de la vida. Guardaba una inquietante curiosidad, sobre cómo eran otras sociedades. Por ser una adelantada a su tiempo, pagó caro su apasionamiento de mujer.
*(Sugerencia, para más información entrar a la página de pueblos originarios.com)