Cristóbal Colón resultó ser un tipo de mierda

 
 
 
 
 
 
 
OPINION Por RODY RODRIGUEZ.
A propósito de este 12 de octubre, releía un articulo que me alcanzó Juan Becerra hace un par de años, aparecido en el diario El País de España, en él se hacía referencia a un documento hallado en 2005 que demostraba la crueldad de Cristóbal Colón.
Parece que el famoso marino genovés, aquel que con un huevo en la mano les demostró a los Reyes Católicos la redondez de la tierra, resultó ser un tipo de mierda, un déspota que gobernó con violencia a la primera colonia española en América.
Consuelo Varela, se llama la historiadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que ha estudiado este documento, que revela lo que ella considera la «cara oculta» del descubridor de América.
En 1500, Cristóbal Colón y sus hermanos Diego y Bartolomé fueron arrestados en Santo Domingo y regresados en calidad de presos a España. En ese texto, de 46 páginas, existen testimonios de 23 testigos y esas declaraciones fueron utilizadas como prueba en el juicio que se les siguió a los hermanos Colón.
El documento publicado en el diario madrileño, derivó en una investigación que se recoge en un libro, La caída de Cristóbal Colón. La pesquisa de Bobadilla, publicado hace más de 5 años, allí se presenta abundantes detalles sobre cómo era la vida cotidiana de la colonia en los primeros tiempos de asentamiento en el Nuevo Mundo. «La vida en la colonia durante esos primeros siete años era una vida durísima y horrorosa. La gente pasaba muchísima hambre. Había envidias, rencores, rumores de todo tipo… Era una vida de frontera. La situación de la gente era muy parecida a la que podemos ver en las películas del Oeste», explica Conchita Varela.
«Por poner un ejemplo: había subastas de personas en la plaza. Se subastaban esclavos blancos, españoles. Tenemos el caso de un pobre chico al que le cogen robando trigo. A este chico le cortan las orejas y la nariz, le ponen grilletes y lo convierten en esclavo», relata la historiadora.
«Colón dirigía la colonia con mano de hierro. Ejercía el poder de una forma tiránica. A una mujer se le ocurrió decir que Cristóbal Colón era de baja clase y que su padre había sido tejedor. Don Bartolomé, hermano de Colón, se enfadó y ordenó que le cortasen la lengua a la mujer. Antes la pasearon desnuda por las calles, montada en un burro. Cristóbal felicitó a su hermano por haber actuado en defensa del honor familiar», señala Varela.
Los defensores de Colón argumentarán, o ya lo habrán argumentado, que la vida en esos tiempos y por esos lares no sería del todo sencilla. El propio documento asegura que «en la colonia hubo muchos intentos de motín», y basta recordar que la tripulación de la “Santa María”, “La Pinta” y “La Niña” no eran tipos de costumbres mansas. La muchachada de a bordo estaba compuesta en su mayoría por convictos, marginales, algunos vagos y mal entretenidos. Se supone que la llegada y la estadía de esta gente al Nuevo Mundo habrá generado más de un desmán y el genovés en su afán de poner orden se habrá excedido.
De todos modos son notables algunos paralelos que pueden señalarse entre Cristóbal Colón y algunos gobernantes de facto que pulularon por estas tierras americanas en el siglo pasado. En el texto descubierto “Colón y sus hermanos aparecen como unos tiranos. Aplicaban justicia sin juicios, no distribuían los víveres entre los colonos y no permitían bautizarse a los indígenas para poder utilizarlos como esclavos», comenta la historiadora, que insiste en que otra de las características del navegante que muestra el documento es su «enorme avaricia». Los robos, los saqueos, los contrabandos, las violaciones, parece que fueron acciones corrientes bajo la mirada cómplice de Cristófalo.
Algunos de los 23 testimonios reunidos en el documento procedían de enemigos de Colón, que no se abstuvieron de hacer todo el daño que pudieron al navegante. Sin embargo, otros testimonios fueron recogidos de miembros del grupo de Colón, hombres de su confianza y amigos. «Hasta ellos, que le querían, tuvieron que contar las atrocidades que ocurrieron», relata Varela. «El gobierno de Colón se caracterizó por el ejercicio del poder de una forma tiránica en la que, por supuesto, no existían juicios ni nada que se le pareciera», recalca la investigadora.
Pese a las distancias las cosas se saben. Y el rumor de las barbaridades de los Colón en el Nuevo Mundo llegó a oídos de los Reyes Católicos, que en un primer momento dudaron de esas versiones. Había un concepto generalizado sobre Cristóbal Colón de que era “un estupendo marino y un magnífico padre». No obstante ello, los Reyes le encargaron al comendador de la Orden de Calatrava, Francisco de Bobadilla que investigue el caso, y así fue como ese documento elaborado por este hombre “llevó aparejada la destitución de Colón como virrey y gobernador de las Indias”.
«Ahora se comprende por qué fue destituido y conocemos las buenas razones que hubo para ello. A nadie le gusta descubrir los trapos sucios de la gente, pero es lo que muestra el documento, afirma la historiadora.
La destrucción del mito del héroe inmaculado levantó iras en Italia cuando Varela presentó el fruto de sus pesquisas. «El cardenal de Génova se puso hecho una pantera cuando presenté el resultado de la investigación», evoca Varela, pero lo más lamentable es que esas acciones, quedaron como males de origen en América y fueron reproducidas durante cinco siglos por varios déspotas y tiranos, que siguieron el ejemplo de Colón a la hora de gobernar.