CAPITAL FEDERAL- El guitarrista y compositor bonaerense, Diego Dana, presentará el próximo viernes su último disco “Todos los lunes”, en el que interpela la canción desde un costado íntimo, despojado, aunque sin abandonar la denuncia social que mostró en sus trabajos previos. La cita será en el escenario de La Vieja Guarida, desde las 22:30 en la calle Guardia Vieja 3777 del Barrio Porteño de Almagro
Oriundo de Tolosa, Dana tiene un intenso recorrido previo que lo ubicó, por momentos, cerca del folclore y la música rioplatense. «Hace años que asumí la condición de trovador a guitarra y voz, con una canción más desnuda», dijo.

El guitarrista mostró su música en los últimos veinte años en escenarios de Argentina, España, Chile, Cuba, Colombia, Ecuador y Uruguay. El álbum «Todos los lunes» se grabó entre marzo y abril de este año en La casa de Juan e incluye trece canciones, una de ellas, dedicada a «La noche de los lápices», aquella serie de secuestros a estudiantes secundarios perpetrada en La Plata el 16 de septiembre de 1976.
Télam: La definición de cantautor a veces sufre de un uso abusivo. ¿De qué manera la definís y fundamentás tu pertenencia a ese colectivo?
Diego Dana: Es cierto que se ha puesto de moda el término. Para mi cantautor está vinculado a un compromiso con la poesía y el buen decir. Con un pacto contra lo evidente. Yo prefiero, de todos modos, asumirme como trovador; es decir, el que turba las quietas aguas para redescubrir la vida con su guitarra y haciendo caminos. Atahualpa Yupanqui fue el primer gran trovador de América y luego varios como Violeta Parra, Daniel Viglietti, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Víctor Jara. Es alta y difícil la apuesta de seguir a éstos grandes pero son un faro que sigue alumbrando ante tanta industria que saca canciones como chorizos.
T: El cantautor está asociado a textos de cierta densidad y hasta de compromiso social. Otros músicos como Juan Falú, por citar un ejemplo arbitrario, dice que él elige privilegiar el hecho estético por encima de la denuncia directa, aun en una letra con contenido social. ¿Qué debe ser primero en la canción?¿Cómo se trabajan esos equilibrios en tu música?
-DD: Me parecen bien esas discusiones estéticas pero creo que la canción sobrevive si es capaz de tocar el corazón de un pueblo y en ese sentido sirven tanto las directas como las metafóricas. Yo tengo de ambas como «Sobre mis héroes» que está dedicada a Maximiliano Kosteki y Darío Santillán -los militantes asesinados en 2002 en la llamada «Masacre de Avellaneda» y la escribí a días de su asesinato cuando vivía en España y sirvió para hacer conocer en parte el drama de esos años y es de denuncia y otras como «La Ventana», más poética, que siempre me la piden.