
BUENOS AIRES- No todos sufren con el mal clima que vive hace semanas la Ciudad y alrededores. Algunos comercios llegaron a récords de venta a partir del fenómeno climático y otros prenden velas para que el sol asome pronto.
Hace casi tres semanas que la Ciudad de Buenos Aires y alrededores no ve casi el sol. La lluvias prolongadas, tormentas y el cielo gris comenzó el 16 de abril y, según el servicio meteorológico, seguirá hasta el viernes.
Se trata de un fenómeno climático, conocido como «vaguada», producido por un “bloqueo atmosférico”, un sistema de alta presión proveniente de Brasil. Estas condiciones climáticas benefician a ciertos comercios y perjudican a otros.
Los ganadores
Encabezan este grupo los vendedores de paraguas. La actividad para los que se dedican a ello aumentó considerablemente. Víctor Fernández, propietario de paragüería Víctor dijo a Ámbito Financiero que en estas semanas tuvieron “más ventas que en todo el año. Se nota muchísimo el aumento de las ventas en estos días. En los últimos quince días, por ejemplo, tuvimos más ventas que en todo el año».
Los lavaderos de ropa también “celebran” estos días en que la ropa no se seca al sol. «Muchos lavan en sus casas y nos traen los canastos para el secado. La diferencia entre un día despejado y otro lluvioso es notable: cuando hay sol, como mucho, vienen unas 15 personas. Ayer entraron cerca de 40», aseguraron en uno del barrio de San Telmo.
Otros que salen ganando son los shoppings, que suelen ser lugares donde la gente se resguarda con el mal tiempo. En estos días mucha gente pasó por los cines, patios de comida y los lugares de entretenimiento. «Se notó que los días que hubo promociones de bancos, se registró un mayor consumo», contó Mario Nirenberg, gerente general de la Cámara Argentina de Shopping Centers (CASC).
Los bares y cafés pueden beneficiarse si están en zonas residenciales, aunque aquellos que tienen muchas mesas en la vereda o terrazas pierden clientes, según contó Daniel Prieto, presidente de la Cámara de Cafés y Bares.
Los perdedores
Entre los más perjudicado con los días lluviosos es el de los lavaderos de autos. «Desde a mediados de abril comenzó a llover y eso nos tira para abajo. Dependimos mucho de los espacios de sol que hubo en pequeños lapsos», contó el encargado de una importante cadena de lavaderos que funciona en Buenos Aires.
Si está despejado, los lava autos que más trabajan tienen hasta 100 autos por día. Cuando llueve como en estos días, sólo un promedio de 8. Cada local pierde cerca de $27.000 por día.
Otros de los comercios golpeados por las lluvias son las canchas de fútbol 5. «Tenemos 12 canchas y lógicamente cuando está feo, no están llenas como ocurre cuando hay días lindos», sostuvieron desde un complejo ubicado en Núñez.
Las lluvias también paralizaron distintas obras en construcción en la Ciudad y, en las afueras de la capital, los jardineros perdieron muchos días por el mal clima: