#YoNoQuieroParar

    Por Augusto Erbin

    Las  redes sociales son un ojo permanente in situ de lo que ocurre en los hechos sociales y políticos. El paro de este 10 de abril no fue menos, y enseguida se posicionaron en Twitter los famosos TT (trending topics) que marcaron las conversaciones alrededor de las cuales los ciudadanos se expresaron durante la jornada.

    Aviso publicitario
    banner moron

    Consignas como #paro10a y #paronacional fueron las que se destacaron como tendencias pero también surgieron aquellas que instalaron quienes se manifestaron en contra del paro como #YoNoQuieroParar, con matices diferentes, mezclando aquellos que se mostraban en contra por cuestiones políticas, pero también quienes sólo manifestaron el querer ir a trabajar.

    La realidad es que hay mucha gente que no le interesa el paro en sí, que sólo se percata del mismo por la imposibilidad de ir a su trabajo, y encuentra en Twitter un canal de expresión.

    Lo que me llamó la atención desde un comienzo fue la cantidad de banderas de espacios políticos de izquierda acatando el paro y expresándolo en las calles con piquetes. Por eso decidí ir a Twitter a ver si habían imágenes distintas a las que se observaban por televisión. Si hay algo que también permite Twitter es graficar visualmente los colores que se viven en un hecho determinado. Y cuando uno repasa los mensajes dentro de las conversaciones, observa lo mismo: no hay imagen del gremialismo peronista sino una gran mayoría de banderas de partidos de izquierda. ¿Acaso Barrionuevo y Moyano se transformaron en los nuevos líderes de la izquierda?

    Juan Carlos Shmid, del gremio de Dragado y Balizamiento, en una conferencia de prensa que brindó la CGT opositora a media mañana, se molestó con más de un periodista cuando le preguntaron por los piquetes… diciendo: «los piquetes no es lo único, el acatamiento al paro es lo importante». Sin embargo lo que se visualiza son los piquetes y los cortes, y las banderas que se ven son de la izquierda, y no del gremialismo peronista movilizado.

    Sin dudas esto habla de un acatamiento interno fuerte por una orden verticalista natural de los gremios sindicales que sí adhirieron. Pero a la vez expresa una negación interna a salir a las calles con las banderas gremiales. No hay acatamiento de las bases para realizar una movilización que exprese la voluntad gremial en favor del paro, y esto es parte fundamental del análisis que debemos hacer. Un paro sin movilización, resulta raro. Y las banderas estuvieron guardadas.

    Hay que destacar que los gremios grandes del sindicalismo argentino como UOM, Bancarios, Sanidad, SMATA, no adhirieron al paro.

    En el mar de confusiones que generaban «los piquetes de Barrionuevo y Moyano», la CGT opositora enseguida tuvo que aclarar para diferenciarse de la izquierda piquetera.
    La asociación jocosa de la izquierda con Barrionuevo y Moyano, claramente observado en las redes, hizo mella. Casi al mismo tiempo de la aclaración, se liberaron Panamericana y diferentes vías de comunicación afectadas por los piquetes del paro. ¿Casualidad? ¿Habrá sido una estrategia mal aplicada para generar sensación de desborde?

    Se puede decir que el paro cumplió su cometido. Sin embargo resulta muy difícil medir cuánta gente paró por esta de acuerdo con la protesta y diferenciarlos de cuántos no estuvieron de acuerdo pero no pudieron acceder a sus trabajos, ya sea por no tener el medio de transporte para hacerlo o simplemente miedo a sufrir alguna agresión. 

    Barrionuevo, el «hit» de las redes
    En las redes sociales hubo muchas referencias a Barrionuevo sobre todo, recordando su célebre frase noventosa «habría que estar dos años sin robar», y reflotando a Barrionevo como el «ultraalcahuete de Menem» en su momento.

    Lo percibido en las redes es que la imagen de Barrionuevo le jugó en contra al mismo Moyano en su intención de obtener cierto apoyo «moral» de la sociedad en la iniciativa del paro. Ocurrió todo lo contrario; la figura de Barrionuevo generó rechazo y fueron muchos los usuarios que en Twitter se mofaron del gastronómico (cuyo gremio irónicamente no tuvo plena adhesión), trayendo a colación quién es Barrionuevo y su vínculo con Sergio Massa como operador político.

    Macri contra el paro
    Una forma de tratar de medir si la clase media acompañó la medida del paro o no, es indagar el universo -mínimo- que representan las redes sociales, principalmente Twitter. Muchos usuarios despolitizados o sin ninguna motivación política se manifestaron a favor de ir a trabajar. Esto fue monitoreado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Por eso no es casual que el mismo jefe porteño Mauricio Macri haya declarado estar en contra del paro y, de esta manera, se diferenció de quienes impulsaron la medida. La vicejefa del gobierno porteño, María Eugenia Vidal, se expresó de igual manera, en desacuerdo con el paro.

    Otros espacios del amplio espectro político nacional prefirieron callar y otorgar.