BUENOS AIRES- Una de las palas del detenido tiene la misma tierra del pozo donde fue sepultada la adolescente. Las fiscales piden que el dato se tenga en cuenta para que no lo liberen.
Un indicio fundamental complicaría a Marcos Bazán, uno de los detenidos y sospechosos del crimen de Anahí Benítez, quien vivía en la reserva Santa Catalina donde hallaron el cuerpo de la joven. El resultado de la pericia geológica que hicieron de la tierra que había en una de las palas que encontraron en la casilla del hombre coincide con la misma del pozo en que fue semienterrada la joven.

Este dato que sumaron los especialistas se incluirá en las próximas horas en el pedido de la querella y las fiscales de la causa, Verónica Pérez y Fabiola Juanatey, para que Bazán no sea liberado. El juez deberá determinar si siguen presos tanto él como Villalba el próximo lunes.
Además, declaró este miércoles la abuela de Anahí, quien dijo que la adolescente le había contado que solía visitar una casa en la reserva natural con sus amigos. La mujer describió la vivienda, según los relatos de su nieta, y verificarán si coincide con la casa en que vivía Bazán.
Por otro lado, el juez tomó alegatos a las parte y Bazán explicó que los chats que se difundieron en las últimas horas en las que hablaba con un amigo sobre «poner burundanga a todos», era una broma entre ellos.